En 2016, la antropóloga Daniela Senn fue a cursar un doctorado en Filosofía a la Universidad de Colonia. Aquello generó un fuerte choque cultural entre las experiencias en Valdivia durante sus años de pregrado; y todo aquello que comenzó a ocurrir una vez instalada en Alemania.

El proceso fue casi como una reinvención. Ocurrió en medio de un vendaval de reflexiones sobre el propósito de la profesión escogida, la necesidad de experiencias nuevas, la urgencia de contar con becas para poder surgir e incluso la búsqueda de nuevos horizontes. Todo aquello se comenzó a mezclar cuando decidió escribir sobre lo que pensaba y creó entonces una novela llena de quejas, alguna explícitas y otras no tanto, sobre los avatares de la vida. El resultado: "Isla Queja", de la Colección Primerizas de Cocorocoq Editoras.

"Aunque está inspirado en mi experiencia vital en Valdivia, con algunos pasajes en Alemania, no me atrevería a decir que el libro es una autobiografía. Hay mucha imaginación en aquellas cosas que resultaron útiles para el relato que me animé a armar", dice.

En las 174 páginas de las obras desfilan observaciones relacionadas, por ejemplo, a las pocas oportunidades que ofrece la antropología para una mujer treinteañera, la existencia en un mundo adulto deteriorado, la ilusión de la madurez, la afectación del frío de Valdivia sobre el entendimiento, el mito de que en el sur no hay contaminación, las cabañas de patio sin medidas de seguridad y el atrevimiento de una chilena en Alemania que no sabe usar una simple ciclovía.

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"Isla Queja" es un juego de palabras que remite a Isla Teja, que fue donde vivió Daniela Senn en sus años universitarios. Es también el nombre de su debut en narrativa tras un poemario publicado en 2009 y luego de varios años dedicados casi exclusivamente a escribir papers académicos.

"La novela nació de reciclar cosas. Simplemente me puse a escribir sin saber hacia dónde podría avanzar la publicación. Espero que lo que se perciba de mi libro es que no está mal evidenciar las cosas que molestan o aquellas que son negativas. Estando en Alemania me acordaba mucho de Valdivia y en particular, lo que significó vivir en medio de una precariedad de las viviendas universitarias que está muy romantizada. En Alemania también me tocó vivir un racismo que no es tan evidente como aquel cuando a una persona le gritan cosas en la calle, sino más bien aquel que surge cuando la gente se sorprende porque tienes estudios y porque te animaste a viajar para ser mejor profesional", explica.

Daniela Senn, Cocorocoq Ed, 2022 174 págs.