Joanna Mora: Limache, la naturaleza y las ilustraciones
Publicado originalmente en el blog de La Furia del libro
En su último libro toma la clásica historia de Baba Yaga y la transforma en la historia de una niña que escapa de su casa, cansada del maltrato. Desde Limache, la ilustradora Joanna Mora será parte de La Furia del Libro 2022. Además de presentar su ciudad, aquí habla de Rossana Dedola y Mancuso Santiago, de García Márquez y de Cortázar.
Santiago no es Chile
Afortunadamente, Santiago está muy lejos de ser Chile. Como toda capital, es ruidosa, cosmopolita, entretenida y también muy voraz: acapara prácticamente todo el panorama cultural del país. Pero, por lo mismo, porque es una “ciudadana del mundo”, ha ido perdiendo su propia identidad y su sabor local, tan rico en diversidad y en singularidades.
Adónde llevarías a alguien que visita por primera vez tu ciudad
A alguien que no ha estado nunca en Limache, le daría una vuelta por la ciudad: lo llevaría al hermoso Parque Brasil, a la Casa Eastman, al antiguo edificio de la CCU, a La Campana, reserva de la biósfera. Lo haría cruzar el puente para ir a Limache Viejo −o al ”otro pueblo”, como dicen los limachinos− a conocer la Fundación Lumbre y la Torre Garaventa.
Cómo es la relación de tu ciudad con los libros
Soy santiaguina, pero vivo en Limache desde hace ya 14 años y creo que, de alguna manera, ese contacto más cercano con la naturaleza va impregnando la vida y, por supuesto, también las ilustraciones. Desde que vivo en una pequeña ciudad, hay más árboles y huertos en mis dibujos, y creo que también aparecen las estaciones.
Describe tu último libro en tres palabras
Baba Yaga (Cocorocoq, 2022): clásico, oscuridad y valor.
¿Qué te llevó a ser ilustradora?
Una amiga me dijo una vez que había un estudio que decía que la mayoría de los niños juega, en su temprana edad, a lo que se dedicarán de adultos. En mi caso, lo puedo confirmar, aunque me di una vuelta muy larga para volver a lo que me hacía feliz de niña.
¿Qué música que escuchas cuando ilustras?
Cambio constantemente de banda sonora mientras trabajo, y paso por etapas: cuando encuentro la música perfecta para ciertos estados de ánimo o ciertos proyectos, la repito hasta el cansancio y hasta desesperar a mi familia. Mientras ilustraba la “Baba Yaga” me volví loca con ‘Everyday Life Live in Jordan’ de Coldplay, por ejemplo.
¿Cuál fue el último libro que te sorprendió?
Roberto Innocenti: El cuento de mi vida de Rossana Dedola (Kalandraka Editorial, 2016), porque al leer sus memorias me di cuenta de que la guerra, la miseria y el hambre de Europa están mucho más cerca de lo que uno cree; y La planta del mundo de Stefano Mancuso, porque sus historias de árboles son tan maravillosas e increíbles, que parecen una ficción, aunque no lo sean.
Un escritor/a al que siempre vuelves
No puedo poner uno, porque siempre están los dos: García Márquez y Cortázar. Vuelvo porque son parte de mi iniciación como lectora, la entrada a ese mundo adulto, lleno de maravillas por descubrir; y vuelvo porque aún me parecen geniales.
Un consejo para ilustradores/as jóvenes
Le daría el mismo consejo que a cualquiera que quiera dedicarse a algo: que tenga paciencia y perseverancia, que se rodee de buenos amigos, porque habrá tiempos buenos y otros no tanto. Que recuerde descansar, cuidarse y que se transforme con los años en un buen profesional, pero sin perder la ternura.